En los últimos años, los stickers se han convertido en una herramienta habitual dentro de nuestra comunicación digital, derivados de los ya considerados “antiguos” memes. Se trata de pequeñas imágenes que pretenden transmitir mensajes con humor, ironía y sátira.
Uno de los grandes beneficios de los stickers es que nos ayudan a transmitir emociones o ideas que a veces no podemos expresar con palabras, añadiendo a las conversaciones un toque de humor y creatividad. Gracias a la variedad que existe y a la posibilidad de que cualquier persona pueda elaborarlos, facilitan la comunicación entre usuarios que no se encuentran cara a cara, haciendo las interacciones más comprensibles y cercanas. Sin embargo, como ocurre con otras herramientas digitales, el uso indebido de los stickers también puede generar problemas y convertirse en una forma de ejercer violencia a través de internet.
Uso inadecuado de los Stickers: consecuencias legales y protección de datos personales.
En general, la mayoría de las personas utilizamos los stickers de manera divertida e inofensiva, sin embargo, en ocasiones los stickers pueden convertirse en una herramienta para ejercer acoso y otras formas de humillación. Cualquier forma de acoso y ciberacoso es inaceptable y provoca en las víctimas sufrimiento a largo plazo, por ello utilizar cualquier herramienta digital para hacer daño a otras personas puede tener importantes consecuencias legales. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se utilizan para difundir:
- Contenidos sexuales: compartir imágenes sexuales de otras personas sin su consentimiento es una acción muy grave que afecta gravemente contra la intimidad y la libertad sexual de las víctimas. Especialmente si las imágenes son de menores de edad, han sido tomadas sin permiso o son especialmente humillantes. Además, en muchas ocasiones, recibir stickers sexuales no resulta agradable ni divertido para muchas personas ya que les hace sentir incomodidad y desagrado.
- Contenidos violentos: existen stickers que se acompañan de mensajes que incitan a la violencia o que incluyen amenazas o coacciones. Se utilizan para amedrentar a otras personas o para expresar ideas violentas. Las imágenes que muestren violencia no pueden ser toleradas como formas de humor o diversión, debemos evitar que se viralicen y lleguen a ser un contenido habitual en las redes sociales utilizadas especialmente por menores de edad.
- Discursos de odio: este tipo de discursos se transmiten a través de stickers con mensajes discriminatorios u ofensivos contra personas o colectivos por razones de género, orientación sexual, nacionalidad, creencias, edad, discapacidad, etc. Supone una forma de violencia muy importante que se enmascara a menudo como forma de expresar “humor negro”. Además, fomenta la difusión de fake news y bulos, ya que pueden ser creados por cualquier persona sin necesidad de utilizar información verídica.
- Situaciones de acoso y ciberacoso: es muy importante recordar que las situaciones de acoso y ciberacoso no son “bromas pesadas” o “cosas de niños/as”. Los stickers pueden utilizarse como formas de humor entre amigos/as siempre y cuando se den desde el respeto. Pero cuando se utilizan los stickers para avergonzar, humillar o ridiculizar a otra persona, dándose de manera repetida, intencionada y con una diferencia de poder entre víctima y agresor; entonces estamos hablando de una situación de ciberacoso que hay que atajar de inmediato.
- Vulneración de la privacidad: la normativa de protección de datos personales protege el derecho de todas las personas a que sus datos no sean utilizados de manera indebida. Utilizar la imagen de alguien sin su permiso o compartir su nombre, dirección, colegio u otra información personal, puede suponer una infracción grave contra la protección de datos personales que puede acarrear importantes sanciones económicas.
Una de las razones por las que esto sucede es la facilidad con la que cualquier persona puede crear un sticker a partir de una fotografía, lo que, sin un uso responsable, puede derivar en la creación de contenido dañino y formas de violencia digital muy importantes. De hecho, la elaboración de stickers con los contenidos mencionados, puede suponer la comisión de delitos contra la intimidad, la libertad sexual, delitos de odio, delitos de trato degradante, amenazas y coacciones, etc. Recordemos que las personas menores tienen responsabilidad penal a partir de los 14 años y podrían ser condenadas por todo ello.
Uso responsable de los Stickers
Recordemos que los stickers pueden aportarnos algunos beneficios en nuestra comunicación a través de internet, siendo una herramienta de humor y expresión. Para evitar problemas y fomentar una actividad digital saludable, es importante seguir algunas pautas al crear y compartir stickers:
- Utiliza stickers en los que no salgan personas: cuando en un sticker aparezca una persona, aunque no la conozcas, debes pensar en cómo le puede afectar. Utiliza preferiblemente stickers con dibujos, animales o personajes ficticios.
- Pedir permiso antes de hacer fotos: Nunca hagas fotos a escondidas o con malas intenciones, pregunta antes de hacerla y si te llega una foto inadecuada: bórrala.
- Consultar antes de convertir una foto en sticker: Si piensas en usar la imagen de alguien para hacer un sticker, pregúntale si le resulta divertido y pide su consentimiento antes de compartirlo.
- Compartir en entornos seguros: Limítate a grupos reducidos y de confianza para evitar la viralización indeseada.
- Eliminar stickers antiguos: Si un sticker ya no te resulta divertido o relevante, elimínalo de tu galería y anima a tus amigos/as a hacer lo mismo.
- Evitar compartir contenidos sensibles: No envíes stickers con contenido sexual, violento o humillante, especialmente en grupos grandes o fuera de contexto.
- Borrar y denunciar stickers ofensivos: Si encuentras stickers creados con intención de dañar a otras personas, elimínalos de inmediato y denuncia su uso.
Conclusión
Los stickers pueden enriquecer nuestra comunicación digital, pero también conllevan una gran responsabilidad. Al utilizarlos de forma respetuosa y consciente, podemos asegurarnos de que sigan siendo una herramienta divertida y creativa sin causar daño a otras personas. Es fundamental recordar que las acciones en el entorno digital tienen consecuencias en el mundo offline. Usar stickers de manera irrespetuosa o malintencionada no solo afecta a las personas involucradas, sino que también puede acarrear responsabilidades legales.
Si quieres profundizar sobre las consecuencias penales de estas formas de acoso y ciberacoso puedes leer otros artículos de nuestro blog:
- Humillaciones y trato degradante: ámbito legal y consecuencias penales.
- Happy Slapping: qué es y ámbito legal.
- Delitos de odio: ámbito legal y consecuencias penales.
- Justicia de menores ¿Qué pasa si un/a adolescente comete un delito?
- Sexting y Sextorsión: ámbito legal y consecuencias penales.
- Grooming: ámbito legal y consecuencias penales.