Qué es la parentalidad positiva

La parentalidad positiva consiste en llevar acabo un estilo educativo basado en fomentar el desarrollo de capacidades sin usar la violencia, ofreciendo reconocimiento y orientación, al mismo tiempo que se establecen límites que permitan el pleno desarrollo de la infancia y la adolescencia.

Según el portal Familias en positivo, el objetivo de la parentalidad positiva es promover relaciones positivas en la familia, fundadas en el ejercicio de la responsabilidad parental, para garantizar los derechos del niño, de la niña y del adolescente en su seno y promover su desarrollo y bienestar personal y social:

Frente al concepto de autoridad parental, el concepto de responsabilidad parental plantea un control parental autorizado basado en el afecto, el apoyo, la comunicación, el acompañamiento y la implicación en la vida cotidiana de los hijos e hijas. Esta es la forma de lograr una autoridad legitimada ante ellos, basada en el respeto, en la tolerancia, la comprensión mutua y en la búsqueda de acuerdos que contribuyan al desarrollo de sus capacidades.

Checklist de parentalidad positiva para acompañar en un uso seguro y responsable de las TIC

Aterrizando este estilo de educación parental activa en el uso de pantallas y el acompañamiento para un uso crítico, seguro y responsable de las TIC, hemos elaborado este listado a modo de guía o consejos básicos. Este listado está lejos de agotar todas las posibilidades, y sabemos que cada familia es única y que no hay recetas universales, pero creemos que estos aspectos prácticos pueden ayudar orientar o crear estrategias educativas a muchas familias.

  • He pactado normas y he establecido límites en el uso de dispositivos. Algunos ámbitos en los que establecer acuerdos y límites podrían ser: tiempos y horarios de uso, tipos de contenidos a visualizar, apps y juegos a instalar, autonomía de dispositivos, espacios y momentos libres de tecnología, actividades alternativas a la conexión… También me he anticipado a los posibles problemas y he pactado las consecuencias del incumplimiento de normas. Puedes servirte de un contrato para el establecimiento de normas, en este post te ayudamos: Cómo establecer normas y elaborar un contrato familiar en el uso de las pantallas.
  • Soy un buen ejemplo de comportamiento en el uso de pantallas. En la primera infancia ayudará al aprendizaje por imitación y, cuando son más mayores, ayudará al establecimiento e interiorización de normas, así como en la gestión de conflictos.
  • Me intereso por los gustos, contenidos, contactos… que mantiene mi hija o hijo online. Para ello puedo supervisar, acompañar desde los primeros momentos y mantener conversaciones periódicas sobre estos temas. Esto ayudará a normalizar el diálogo sobre el uso de las TIC y a mejorar la comunicación y la confianza.
  • Planifico momentos de desconexión digital en familia (comidas, descanso nocturno, deberes, responsabilidades domésticas…), así como espacios libres de tecnología (habitación, cocina, actividades familiares…). Además, ánimo y fomento a realizar otras actividades alternativas a la conexión online: deporte, actividades artísticas y culturales, juegos de mesa, salir a la calle con sus amistades…
  • He establecido una rutina a seguir para que el tiempo de pantallas no desplace actividades básicas importantes en el día a día para el correcto desarrollo y bienestar físico y emocional: actividades extraescolares, horas de descanso, comidas, tareas escolares, actividades de ocio saludable… Puedes ayudarte de aplicaciones de control parental para establecer límites de tiempo, apps de planificación, así como de horarios semanales elaborados de forma conjunta y que pueden colgarse en lugares visibles.
  • Comparto momentos de pantalla en familia. También ayuda a normalizar el dialogo sobre el uso de la tecnología y mejora la comunicación y confianza, así como contribuye a disminuir la distancia que sienten las hijas e hijos respecto a sus padres en el ámbito tecnológico. Por ejemplo, puedes visualizar vídeos y hablar del contenido, buscar rutas para luego seguirlas en bici o andando, buscar recetas y cocinar juntos, usar apps de deporte y practicarlo juntos, jugar los mismos videojuegos apropiados para su edad…
  • Fomento usos de las TIC positivos y alternativos. Esto podría ayudar a desarrollar un pensamiento crítico en el uso de las TIC, entrenar la creatividad, aprender cosas nuevas… Por ejemplo: apps de aprender música, videotutoriales para aprender a reparar cosas, vídeos con experimentos científicos, dar a conocer influencers alternativos (en este post te damos a conocer influencers que nos gustan), apoyar campañas y retos de ciberactivismo… Igualmente, reflexiono de forma conjunta sobre la implicación de las TIC en el consumo, el impacto ecológico, la economía o la política.
  • Trabajo en coordinación con otras familias y el centro educativo. Me preocupo y me informo de los aspectos académicos de mi hijo/a y participo de la vida escolar. Actúo en coherencia con las normas del centro educativo en lo referente al uso de pantallas. Buscar un pacto de uso de TIC con otras familias y el centro escolar puede ayudar a establecer criterios comunes, no ceder a la presión social, compartir problemáticas y estrategias educativas…

Esperamos que este listado te haya ayudado. También existen otras publicaciones con orientaciones sobre parentalidad positiva para que puedas profundizar, como esta guía de Save The Children o, en el caso de las pantallas, este decálogo elaborado la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y PantallasAmigas.

Parentalidad positiva Checklist infografía

Adrian Aguayo Llanos

Trabajador Social. Máster en Educación y Comunicación en la Red. Responsable de comunicación y formador en la Fundación Gestión y Participación Social. Formador y asesor en la Asociación Pedernal Educación y Tecnología. Miembro de los Movimientos de Renovación Pedagógica.