Educar en valores tan importantes como el respeto, la igualdad, la diversidad o la libertad es fundamental para crear una convivencia pacífica y respetuosa. La educación en valores es además un instrumento fundamental para hacer frente a problemas sociales (López-Noguero, 2008a; Gallardo-López & Gallardo-Vázquez, 2018), entre los que se encuentran a la orden del día la desigualdad entre mujeres y hombres y, muy especialmente, la violencia de género.

La coeducación es una forma de educar que promueve valores básicos para reflexionar, cuestionar, repensar y buscar nuevas maneras de interpretar el mundo de una forma justa e igualitaria (Suberviola, 2020). La coeducación no es solamente generar una educación mixta en la que niños y niñas compartan espacios y currículum, sino que va mucho más allá. Este método educativo se basa en la igualdad y la no discriminación, buscando la singularidad de cada persona independientemente de su sexo, rompiendo con el sistema de género. Es educar en la igualdad desde la diferencia, promoviendo la equidad y la diversidad en todos los ámbitos para que niños y niñas puedan desarrollar su personalidad de manera libre según sus capacidades y aptitudes, rompiendo con los estereotipos y roles de género que han sido históricamente impuestos en nuestra sociedad.

Desde esta perspectiva se trabaja la educación para la paz y la igualdad con perspectiva de género, resolviendo los conflictos de manera pacífica y constructiva; lo cual puede repercutir positivamente en la prevención de otras violencias en el entorno escolar. Por tanto, la coeducación debe estar presente de manera transversal en todos los ámbitos de la vida de los menores, por lo que también debemos poner el foco en la coeducación en redes sociales e internet.

Algunos de los objetivos de la coeducación son:

  • Romper estereotipos y roles de género.
  • Valorar a las mujeres y sus aportaciones en la historia: dar voz y protagonismo a todas las mujeres y niñas que rompieron barreras, sin imitar el mundo masculino.
  • Fomentar la singularidad: no obligar a niños y niñas a hacer las mismas cosas sino respetar las decisiones y elecciones de cada persona, dándoles la libertad de poder llevarlas a cabo independientemente de su sexo o su género.
  • Educar en diversidad de masculinidades: romper con el binomio masculinidad-violencia, fomentar la corresponsabilidad, romper con las asociaciones de la masculinidad con la fuerza, la virilidad, el control o la dominación.
  • Cuestionamiento de significados y creencias asociadas al sexo/género: fomentando la diversidad y respetando las diferentes maneras de expresar el género.
  • Prevención de la violencia en todas sus formas, especialmente las violencias por razón de género.
  • Fomentar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas.

Construcción de la identidad digital

Durante la infancia y especialmente la adolescencia, cada persona va construyendo su personalidad en base a muchos factores de influencia, entre los cuales internet y las redes sociales se han convertido en un potente agente socializador, pues el ejemplo de influencers, youtubers o gamers puede influenciar el desarrollo de la personalidad de niños/niñas y adolescentes.

Hay numerosos perfiles en redes que fomentan y refuerzan los estereotipos sexistas, convirtiéndose en personajes referentes que muestran vidas idealizadas, cuerpos sexualizados o conductas y valores que pueden llegar a ser muy dañinos. Esto puede llevar a las personas a sufrir una profunda frustración si no consiguen imitar esos modelos estereotipados e irreales, pudiendo desarrollar diversos problemas psicológicos.

Sin embargo, también hay muchos perfiles en las redes que cuestionan estas ideas de perfección y estereotipos. Es importante educar a la juventud con ejemplos diferentes, que rompen con el sistema de género y muestran diferentes formas de ser y expresarse. Que sean ejemplos sanos para una construcción de la personalidad positiva, basada en el respeto a uno mismo y en el reconocimiento de las propias capacidades, esfuerzos o aptitudes, no en base a la imagen corporal, las apariencias y las formas de belleza normativas.

Las redes nos permiten mostrar al mundo quiénes somos. Por ello, es recomendable construir una identidad digital en positivo, representando aquellos aspectos positivos de nuestra vida y personalidad que den al mundo una imagen adecuada de quiénes somos, con los mismos valores que demostramos en las relaciones cara a cara. Cuando los estereotipos sociales se imponen en la vida de una persona, sintiendo que no encaja con ellos, en las redes puede encontrar ejemplos de diversidad en los que sentirse reflejada, entendida y respetada, ayudando a forjar una identidad desde el respeto y la libertad.

 Algunos ejemplos que consideramos adecuados son:

  • Celeste Barber: Es una mujer cómica, escritora y actriz en cuyo perfil de Instagram imita vídeos y fotos sexistas de manera exagerada, con mucho humor. Nos hace darnos cuenta de lo ridículo que muchas publicaciones muestran del cuerpo femenino.
  • Roy Galán: Es un escritor que reflexiona y educa sobre nuevas masculinidades y sexualidad desde un punto de vista crítico y no normativo.
  • Psicowoman : psicóloga y sexóloga que genera contenidos destinados a la juventud sobre género y sexo con un enfoque feminista.
  • @croquetamente_: Con más de 200.000 seguidores en TikTok, sus publicaciones cuestionan los estereotipos de belleza imperantes en las redes sociales, así como otras situaciones normalizadas. También habla y fomenta la prevención de trastornos de la alimentación desde su propia experiencia.

Podéis visitar otra de nuestras entradas en la que reflexionamos más detenidamente sobre la influencia de l@s influencers y recogemos muchos más ejemplos de perfiles que nos gustan. https://www.tepongounreto.org/2021/02/la-influencia-de-ls-influencers-en-la-infancia-y-adolescencia-influencers-alternativos-que-nos-gustan/

Consumo de contenidos: Programas, series y películas.

El consumo de contenidos está cada día más extendido entre las personas adolescentes y jóvenes, teniendo a su disposición infinitas plataformas donde ver series, películas y realities con todo tipo de temáticas. Es necesario acompañar a l@s menores también cuando eligen qué ver en su tiempo libre, reflexionando sobre los contenidos y explicando aquellos aspectos que consideremos controvertidos.

Si hablamos de sexualidad y diversidad de género, una de las series más conocidas entre la adolescencia en este momento es Élite, así como el programa La isla de las tentaciones que, como muchos otros, muestran una vivencia de la sexualidad idealizada, estereotipada, que perpetúa los roles de género y puede invitar a imitar situaciones meramente ficticias. Incluso, llegan a normalizar los comportamientos de control y celos en las relaciones de pareja. Ante la falta de educación sexual en el entorno familiar y escolar, los y las adolescentes buscan información y ejemplos en internet o programas como los mencionados, que en la mayoría de casos muestran ideas distorsionadas y sexistas de las relaciones afectivo-sexuales.  

Además, encontramos también numerosas películas clásicas de Disney/Pixar para público infantil en las que las princesas cargan con la fragilidad, la sumisión y la espera de la salvación, mientras que los príncipes defienden la virilidad, la valentía, la fuerza y la obligación de salvar a la princesa. Afortunadamente, con el tiempo se han ido creando nuevas películas con personajes que rompen con estos valores tradicionales, mostrando nuevas y diversas maneras de ser niño o niña. Algunos ejemplos son Brave, Vaiana, Luca, Encanto o Coco.

Como vemos, numerosos contenidos audiovisuales a disposición de niños, niñas y adolescentes perpetúan los roles y estereotipos de género, la tolerancia a la violencia, el control hacia la pareja, la obsesión por la apariencia física o el consumismo. Para evitarlo, es necesario educar en valores desde pequeños para que sean personas críticas con los contenidos que ven y elijan aquellos que les reporten algo positivo, sin dejarse llevar por la vorágine de las redes y la influencia de “lo que todo el mundo hace”.

Para ello, las personas adultas debemos facilitarles el acceso a contenidos que transmitan aprendizajes positivos. Algunos ejemplos:

  • Sex education: una serie que de manera divertida y bastante explícita muestra la diversidad sexual que puede haber, así como los problemas, dudas y todo tipo de reacciones por las que los adolescentes pueden pasar en la experimentación de su sexualidad
  • Serie La Asistenta: serie que muestra la vivencia de la violencia de género en una pareja joven.
  • Cine_femenino: cuenta de Instagram en la que se comparten series y películas realizadas sobre o por mujeres, con resumen y crítica de cada una de ellas.
  • Quiero ser como Beckam: aunque tiene unos años y para los adolescentes será una “peli vieja”, cuenta una historia que nos ayuda a cuestionar las ideas tradicionales de masculinidad y violencia asociadas al fútbol, además de animarnos a reflexionar sobre el choque cultural en algunos lugares y situaciones.
  • Figuras ocultas / Criadas y Señoras: dos películas que muestran la historia de mujeres discriminadas que luchan por sus derechos fundamentales.
  • Enola Holmes: película de misterio que cuenta las aventuras de la hermana pequeña de Sherlock Holmes, una joven aventurera, inteligente y rompedora con las normas sociales para las mujeres de la época.

Videojuegos

Por supuesto, los videojuegos se han convertido en uno de los pasatiempos preferidos por peques y adolescentes para divertirse. Tanto en videoconsolas como en móviles o tablets, se pueden encontrar infinidad de opciones. Desde que internet se extendió a todos los rincones, la industria del videojuego ha tendido a masculinizarse. Así, los videojuegos dirigidos a los chicos tienden a basarse en la velocidad, la lucha, disparar, robar, destruir… Para las chicas, principalmente se destinan los videojuegos de cocina, maquillaje, cuidados o moda. Además, los personajes tienden a perdurar roles y estereotipos en sus formas de vestir, hablar, incluso en los transportes o las armas que utilizan.

Sin embargo, poco a poco se han popularizado ejemplos de todo tipo para romper con esa alianza entre el videojuego y la masculinidad, además de encontrar cada vez más ejemplos virales de mujeres que se dedican profesionalmente a los videojuegos como Cristinini, Lakshart Nia o Hafu, que son un ejemplo a seguir para niñas y niños.

Es importante que los menores utilicen juegos adaptados a su edad, pues de la misma manera que las películas o las series, los contenidos que aparecen en los videojuegos también están creados para un momento evolutivo y una edad concreta en la que sean capaces de cuestionar lo que ven.

Algunos ejemplos que consideramos adecuados:

  • Interland: videojuego creado por la campaña de Google “Be internet awesome” para aprender sobre ciberseguridad mientras navegan por diferentes mundos.
  • Animal crossing: juego en el que los objetivos principales son hacer amigos, plantar un huerto, buscar comida o responsabilizarse de diferentes tareas.
  • Minecraft: Education edition: es uno de los videojuegos más populares entre adolescentes, por ello se ha creado una versión educativa para utilizar en el aula que permite trabajar habilidades como la creatividad, el pensamiento crítico o la resolución de problemas.

Como siempre decimos, internet y las redes tienen riesgos, pero también numerosas oportunidades. Existen muchas opciones para dedicar el tiempo de ocio digital, lo importante es acompañar a los menores en su uso y disfrute, para que aprendan a discernir entre ficción y realidad, controlando los tiempos de uso así como haciéndoles conscientes de sus ventajas e inconvenientes. Lo más importante es que transmitan sus valores como personas a sus relaciones online, relacionándose en internet de manera tolerante, igualitaria, respetuosa, empática y con pensamiento crítico.

Bibliografía y recursos

*Fuente de la imagen de portada https://www.unwomen.org/es/noticias/en-la-mira/2022/03/en-la-mira-dia-internacional-de-la-mujer-2022


María Rubio

Criminóloga. Máster en Criminalidad e intervención social con menores . Experiencia en intervención educativa con menores y familias en riesgo o conflicto social. Formadora en prevención de riesgos en las redes, influencia de las nuevas tecnologías y coeducación e igualdad de género.